1905 - 1906
La historia de Casa Milà comienza en junio de 1905. El Passeig de Gràcia se convirtió en una avenida popular de Barcelona, lo que llevó a los recién casados Rosario Segimón i Artells y Pere Milà i Camps a comprar una casa de 1 835 m² en el número 92 2. Con la esperanza de crear una casa digna de su nombre, el matrimonio encargó al arquitecto Antoni Gaudí la construcción del edificio. En menos de un año, el Ayuntamiento de Barcelona aprueba el proyecto en febrero de 1906.
1907 - 1910
El Ayuntamiento de Barcelona, que había aprobado la construcción del edificio, se quejó de que la fachada de la Casa Milà ocupaba parte de la acera del paseo de Gràcia, en diciembre de 1907. Rosario Segimón i Artells y Pere Milà i Camps fueron convocados a pagar una multa de 100 000 pesetas o demoler el ático y la azotea un año después. La pareja siguió adelante y recibió el permiso gracias a la Comisión del Eixample, que certificó que el edificio tenía carácter de monumento.
1911 - 1929
El ritmo de las obras de Casa Milà se aceleró, y el Ayuntamiento de Barcelona concedió el permiso de ocupación de la planta principal después de que Gaudí certificara que la construcción de la misma estaba terminada. El arquitecto español firmó otro certificado en octubre de 1912, declarando que la construcción había terminado y los ocupantes podían mudarse.
1936 - 1953
La Guerra Civil española afectó a Casa Milà, ya que el Partido Socialista Unificado de Cataluña (PSUC) se apoderó del edificio en 1936. Durante la guerra, albergó la Consejería de Economía y Agricultura de la Generalitat, y el ministro Joan Comorera ocupó la planta principal como vivienda particular. Tras la guerra, Rosario Segimón, ya viuda, vendió Casa Milà a la Immobiliària Provença.
La Casa Milà sigue cautivando a los visitantes más de un siglo después de su construcción. El edificio tiene un significado histórico y un profundo impacto en el tejido cultural de Barcelona. Como una de las obras más emblemáticas de Gaudí, la Casa Milà ofrece a los visitantes una visión del ingenio, el estilo arquitectónico revolucionario y la visión vanguardista del arquitecto español.
El edificio también sirve de ventana a la rica historia de Barcelona. Terminada en 1912, Casa Milà fue testigo de la transformación de la ciudad durante un periodo de florecimiento artístico y cultural del movimiento modernista. Una visita a Casa Milà permite comprender la perfecta fusión de naturaleza e innovación.
Casa Milà es una de las obras emblemáticas de Antoni Gaudí. El diseño del edificio inició un nuevo movimiento arquitectónico.
Casa Milà tiene más de un siglo de antigüedad.
Se tardaron seis años en construir Casa Milà.
Los recién casados Rosario Segimón i Artells y Pere Milà i Camps compraron un terreno en una floreciente avenida y encargaron al arquitecto Antoni Gaudí la construcción del edificio.
Antoni Gaudí diseñó Casa Milà.
Casa Milà tiene un estilo arquitectónico moderno.
El movimiento arquitectónico modernista español y la Guerra Civil marcaron la historia de Casa Milà.
Sí, hay visitas guiadas que explican la historia de Casa Milà.